martes, 21 de julio de 2009

Lecciones financieras aprendidas en estos dos años de crisis

Ayer leí este artículo tan interesante en El País y reconozco que tiene razón. Hemos aprendido mucho en los últimos meses y años sobre finanzas. Hemos aprendido que no basta fiarse de una marca para comprarle un producto. Esto vale para los objetos de consumo diario, pero no para los productos financieros.

Los inversores financieros han vivido de las marcas: han comprado los productos más complejos fiados sólo en que se los vendían grandes y prestigiosos bancos. Abuelitas centenarias han invertido en estructurados, en autocancelables, en hedge funds, en productos espeluznantes que no entendían. Las empresas y particulares no han valorado el riesgo de producto, de contraparte ni otros asociados a sus inversiones financieras y hay gente que lo ha perdido todo.

Estoy convencida, basándome en las asambleas de afectados por diversos productos financieros fraudulentos, de que el ciudadano medio no sabe de la misa la mitad. La marca del vendedor les ha pesado más que su propio criterio o intuición. Ahora resulta que los custodios no custodian, los auditores no auditan y los tribunales no tienen tiempo de juzgar todo lo que se les viene encima.

Tigre Blanco, de Aravind Adiga

Os recomiendo muy seriamente la lectura del libro “Tigre Blanco” de Aravind Adiga, un libro brillante sobre la India contemporánea. Mejor leedlo en su original inglés, que imita por léxico y gramática el lenguaje de su protagonista, Balram Halwai.

Balram es el hijo de un conductor de “rickshaw” que consigue salir de su remota aldea en “The Darkness” y llegar a Nueva Delhi como conductor al servicio de un terrateniente rural y empresario del carbón. A través de la metáfora de esta vida miserable, y gracias a los diversos viajes de Balram con sus señores, Aravind Adiga recorre los diversos ambientes desde la India rural hasta los grandes centros comerciales con “reservado el derecho de admisión”, presentando también a curiosos emprendedores de la Bangalore cibernética.

Adiga retrata una sociedad podrida por la corrupción en todos sus ámbitos, empezando por elecciones amañadas que se contraponen con el mito de la India democrática que aquí queremos creer. El gobierno y la policía aparecen siempre dispuestos a negociar sobornos. La familia se presenta tocada de muerte por la absurda costumbre de dotar a las hijas por encima de las posibilidades reales del grupo, así como de gastarse lo que no se tiene en lujosos actos funerarios. Las clases emergentes carentes de escrúpulos degradan a sus siervos por el mero placer de hacerlo. Y todo eso, en el contexto de máxima insalubridad, contaminación y falta de respeto por la vida humana.

El libro está escrito con humor negro acompañado de ternura. Discrepo, no obstante, de los críticos que lo consideran un libro de los que empiezas y no puedes parar de leer. Es tan denso en contenidos que más vale leerlo dos veces, pues sólo a la segunda acabas “pescando” todos sus matices.

miércoles, 15 de julio de 2009

Agosto, mes inhábil judicial

En el BOE del viernes 3 de julio se publicó un Acuerdo de la Presidencia del Tribunal Supremo habilitando el Registro General del Tribunal Supremo los días 4 y 5 de julio (respectivamente, sábado y domingo) para presentar recursos contencioso-electorales. Aquí va el link.

Supongo que se hizo para facilitar la tramitación de recursos por las elecciones europeas de junio pasado. Demuestra que, cuando no queda otro remedio, pues se trabaja…

Me pregunto si no habría que hacer lo mismo para todo o parte del mes de agosto en los Juzgados, y no sólo abriendo el registro, sino toda la actividad judicial.

Sé que los procesalistas van a odiarme por cuestionar el dudoso privilegio que tienen de irse de vacaciones el 1 de agosto y volver tan tranquilos el 31. También sé que pido algo imposible porque los jueces, fiscales y funcionarios también quieren y tienen derecho a irse de vacaciones. Sólo digo que el resto de los mortales no gozamos de un mes inhábil al año, que un agosto judicialmente improductivo no es propio de una sociedad pretendidamente moderna, que los justiciables ya sufren bastante con los honorarios inexplicables de los órganos judiciales.

En todo caso, felices vacaciones judiciales a los agraciados.

El Real Decreto-Ley 5/2005: prenda y pacto comisorio.

En la carrera nos explicaron como uno de los pilares del Derecho de garantías la prohibición del pacto comisorio. Cuando un deudor tiene constituida una prenda o una hipoteca en garantía de sus obligaciones, si llega a incumplirlas el acreedor no puede hacer suyo el objeto dado en prenda o hipoteca, sino que tiene que sacarlo a subasta pública. Es curioso que la gente lo entienda justo al revés.

De hecho, se oye con frecuencia “si no pago la hipoteca, el banco se queda el piso”. Vamos por partes. No se paga la hipoteca, sino el préstamo con garantía hipotecaria. El banco sólo se queda el piso si no acuden postores a la subasta judicial y el banco se adjudica la vivienda en pago, sea en el propio contexto de la ejecución o bien en forma de acuerdo privado ajeno al juicio.

El pacto comisorio (es decir, quedarse la cosa pignorada o el inmueble hipotecado) estaban prohibidos expresamente por el Derecho Español en el antiquísimo artículo 1.859 del Código Civil, en los siguientes términos: “El acreedor no puede apropiarse las cosas dadas en prenda o hipoteca, ni disponer de ellas”.

La prohibición del pacto comisorio se acabó, pero se acabó selectivamente:

• Sólo en beneficio de las entidades financieras, entendidas en un concepto amplio: entidades de crédito, empresas de servicios de inversión, entidades aseguradoras, instituciones de inversión colectiva (IIC’s), etc.

• Sólo para operaciones con garantías financieras, que pueden realizarse mediante la transmisión de la propiedad del bien dado en garantía o mediante la pignoración de dicho bien.

• Sólo si el objeto de la garantía financiera recae en efectivo, valores negociables y otros instrumentos financieros.

• Ya no hace falta constituir la prenda en escritura pública, como venía exigiendo el artículo 1.865 del Código Civil (“instrumento público” es la expresión literal del precepto). En el caso de los valores representados mediante anotaciones en cuenta, se entenderá que la garantía ha sido constituida y aportada desde la inscripción en el registro contable de la nueva titularidad o de la garantía pignoraticia.

• Tampoco hace falta sacar a subasta los activos pignorados. Lógicamente, si se trata de dinero, el banco compensa directamente una cantidad con otra. Si son valores, se venden en el mercado o el banco se los apropia.

Aunque he hecho un resumen muy somero del Real Decreto-Ley 5/2005 , no sobran estas indicaciones. Por constituir una norma altamente desconocida, los clientes de entidades financieras pueden sentir la desidiosa tentación de no fijarse en lo que firman. O peor, pueden firmar sin llegar a preguntar a su abogado.

lunes, 6 de julio de 2009

Vender en tiempos de crisis

En la última semana me han llamado no una sino dos empresas para vendernos el producto que describo a continuación. Se trata de una especie de congreso en el que supuestos “corporate counsels”, o sea directores de asesoría jurídica de grandes compañías, conocen despachos de abogados en otros países. El vendedor empieza por halagarte el oído: te han seleccionado de entre todos los abogados de Madrid sólo tras mucho pensar y gracias a recomendaciones de anónimos clientes cuyos nombres no te dicen.

La organización te cobra una bonita suma, te aloja en un hotel y propicia reuniones, cenas y entrevistas con “corporate counsels” supuestamente necesitados de abogados en España. Imagino que a los “corporate counsels” les pagan por acudir a tan peregrino y sacrificado evento. Bastante trabajo tienen, digo yo, los pobres “corporate counsels” lidiando con sus asuntos para que les expongan durante horas las bondades de un despacho de abogados tras otro.

Si al vendedor del evento le dices que no, directamente te apunta al corazón, te pregunta si es que no puedes pagarlo y te dice que lamentablemente van a tener que venderles el congreso a tus competidores. Si le dices que tienes que pensarlo, te llama unas 500 veces a ver si te convencen. Si le das la clásica respuesta “envíame la información por escrito”, responde que no puede hacerlo porque esto es muy exclusivo y no se lo permite su jefe.

¿Realmente existen esos macro congresos? ¿Sirven de algo? Si tú fueras a buscar un abogado ¿lo harías así?

Creo que la crisis va a acabar con muchas convenciones, congresos y otros macro eventos de los de viaje en avión y estancia en hotel. Se perderá ese formato en beneficio de nuevos canales como Internet. Igual que estamos viviendo el fin de la era impresa, la forma de hacer negocios espero que se vuelva más personal (redes) y más tecnológica (Internet), sin sitio para reuniones físicas multitudinarias. También está cambiando la forma de impartir cursos, seminarios y conferencias, con una disminución del número de sesiones físicas frente a los formatos virtuales, la videoconferencia y el blog. Desde que zapeamos, no somos los mismos … y bienvenidos los nuevos tiempos.

Orgullo gay vs. minoría uigur en China

Estoy horrorizada por las voces crecientemente críticas contra la democracia. Gente de todos los perfiles expresa nostalgias más o menos explícitas del régimen de Franco y otras dictaduras, con los correspondientes elogios del orden y el progreso que un buen régimen totalitario se supone que conlleva. Afortunados todos los reclamantes porque pueden expresarse libremente por, contra, ante, desde, sobre (y todas las preposiciones) los derechos humanos en Madrid. Iba a escribir “en España”, pero seguro que en un pueblo pequeño de una remota provincia rural española la libertad de expresión no es tan completa.

Este fin de semana han salido miles (¿millones?) a la calle a celebrar el Orgullo Gay en Madrid, lo que incluye tanto homosexuales como heteros animados a participar en la fiesta. Ya lo dije hace meses: el madrileño lo mismo se manifiesta con el Obispo que con el Gobierno: lo que nos gusta es salir a la calle, haga calor o frío.

Igualito que en la ordenada, superproductiva y admirada China, donde han muerto 140 manifestantes musulmanes aparentemente oprimidos por la etnia dominante (90% - 10%).

http://www.elpais.com/articulo/internacional/140/muertos/protestas/minoria/uigur/China/elpepuint/20090706elpepuint_7/Tes .

Digo aparentemente porque dentro de unos días las mentes pensantes de aquí nos dirán que los manifestantes son traficantes de droga, contrabandistas o cualquiera sabe qué, que sus enfrentamientos tienen una base sólo económica y que, en definitiva, los muertos se lo tenían bien ganado.

A lo que vamos: los chinos de una minoría religiosa salieron a la calle y los mataron. Aquí, sales a la calle manifestándote por o contra cualquier cosa (desde la visibilidad de los gays hasta el crimen del aborto, desde el cierre de Garoña hasta la Feria del Libro) y no te pasa nada. En concreto, no te pasa nada que no previeras razonablemente que te pasaría.

Esto les cuento a los que tan apasionadamente hablan de la ley y el orden: en las dictaduras no hay Fiesta del Orgullo Gay, con el consiguiente desorden, ruido y desenfreno, pero que se imaginen a sí mismos como los manifestantes uigures chinos, a ver qué eligen. Está muy bien hablar contra la democracia desde el acondicionado sillón del taxi. A ver qué tal desde la fábrica de camisetas de una provincia perdida la misteriosa China.