lunes, 26 de mayo de 2008

Constatado: Darek sabe latín

Leyendo el sábado el BOE de las peluquerías (es decir, el Hola), constato que Darek sabe latín. Faltando a mi costumbre, la frase no va con segundas. Darek, ex-novio de Ana Obregón, es un ciudadano polaco que se dedicaba al strip-tease en un “boys” o establecimiento similar. Parece ser que la artista bióloga le acusa de no sé qué incidente con los frenos del coche de ella. Preguntado Darek por qué ahora habla en su defensa, Darek respondió literalmente: Audiatur et altera pars”.

Audiatur et altera pars es una expresión latina, pero no de las frecuentes como inter partes o erga omnes. No, para conocer audiatur et altera pars hay que haber leído mucho. De hecho, si la metes en Google, todo lo que sale está en inglés. No figura en la Wikipedia en español, así que os incluyo el concepto en inglés. Recoge el principio de contradición, auténtico pilar del Derecho occidental, según el cual debe oírse a las dos partes antes de resolver cualquier cuestión.

A lo que íbamos: Darek debió de decir exactamente la expresión latina, porque la recoge literalmente el Hola (como antes mencioné, el BOE). Una expresión tan ajena al mundo stripper debe de ser una ipsissima verba , expresión latina que viene a significar “cita literal”. La locución sugiere que, si algo es extraordinariamente raro que alguien dijera, es porque de verdad lo dijo. Esto lo aprendí de mi brillante pero incomprensible profesor de Teología II en ICADE (y esto es lo único que recuerdo de esa asignatura). El Padre Llombet decía que la trifulca de los mercaderes en el templo era tan impropia del carácter pacífico de Jesucristo, que de verdad tenía que haber dicho lo que dijo (ipsissima verba) y haberse liado a latigazos.

¿Por qué mezclo a Dios con los strippers? Darek, un inmigrante polaco que ha estado en la cárcel y desnuda su cuerpo por dinero, resulta que sabe latinajos. ¿Cuántos alumnos universitarios de Derecho los ignoran? ¿Cuántos inmigrantes con estudios están haciendo cualquier trabajo que encuentran para ganarse la vida? ¿Qué cualificación tiene la señora que limpia tu escalera? ¿Y tu mensajero? Pregunta a tu cliente que tiene negocios en el Este qué tal son sus ingenieros, médicos y físicos.

Confieso que me perdí el sábado la parte pretendidamente artística del Festival de Eurovisión, pero sí oí algunas de las votaciones. Me llamó la atención el nivel de inglés de los armenios, georgianos, albaneses … y por supuesto de los polacos. El ganador del concurso era un ruso que no sólo cantó en inglés, sino que habló en la lengua de la Pérfida dando las gracias impecablemente a público y votantes. Hay que espabilar, como ya hizo nuestra inteligente y estudiada Anita.

lunes, 19 de mayo de 2008

Héroes y ejemplos

Rafa Nadal ganó (18 de mayo de 2008) a Roger Federer la final del campeonato de Hamburgo en un partido que me pareció un ejemplo de los valores clásicos del tenis. En un momento crucial del tercer y último set, Nadal sacó y Federer pensó que había ido fuera. Federer restó tranquilamente fuera. Luego tuvo dudas, se acercó, vio el bote dentro y dio por bueno el punto a Nadal. Sin discusión, sin alharacas. Somos profesionales o qué.

Otro gesto. Valentino Rossi ganó ayer en Le Mans en una carrera de moto GP muy emocionante, con lluvia incluida a falta de 14 vueltas. La ocasión nos permitió ver la remontada espectacular de un Jorge Lorenzo cojo y dolorido. Nada más cruzar la meta, Valentino (que hizo un caballito de un palmo) se giró para felicitar a Lorenzo (caballito de 180 grados), reconociéndole el mérito con una deportividad que no se me ocurre a la viceversa.

A las personas se las mide por el tamaño de sus enemigos. En el deporte, los enemigos son los adversarios, y qué grandes son los cuatro citados: Federer y Nadal, Rossi y Lorenzo. Los tres primeros se dan cuenta de que su grandeza se debe a la grandeza de sus oponentes. De Lorenzo, me caben dudas, porque parece que sólo le importa él mismo. A Rafa, Roger y Valentino les auguro una carrera post-deportiva de comentaristas, federativos, anunciantes y personajes públicos relevantes. A Lorenzo, como no cambie, le recordaremos como un imprudente extraordinario que comía caramelos con palo. O no siquiera eso.

martes, 13 de mayo de 2008

La ortografía en Coslada

Veo en el Telediario que ha aparecido pintada en un muro de un edificio de viviendas de Coslada la siguiente perla: “GINES, ME E ENTERADO QUE TE AN DETENIDO. FIRMADO, EL PUNKI”. ¿Por qué, Señor, por qué diste a esta criatura un aerosol? ¿Lo dice el Punki en venganza por las poquísimas veces que Ginés no la apartó (a la criatura, digo) de las calles para llevarla de vuelta al colegio cuando hacía pellas, novillos, campanas o como se diga en ese pueblo?

La pintada prueba que la Polícía estaba muy ocupada haciendo lo que fuera que la justicia acabe diciendo que hacía. Estaba tan ocupada que no le daba tiempo a llevar al Punki a la escuela si le pillaba perdiéndose las clases de ortografía.

Sirva esta excusa para recomendaros un libro magnífico, sencillo, ameno y bien escrito que no es nuevo. Editado en 1999, os recomiendo vivamente “Ortografía de la Lengua Española”, de la Real Academia Española, que tiene 161 páginas y al que no le sobra ni le falta una línea. Os propongo un juego: ¿cuántas faltas de ortografía o gramática ha puesto el Punki? En mi opinión, cuatro. Hagan juego.

lunes, 5 de mayo de 2008

Lecciones de Management en Tiempos de Dificultad o el Cuento de Los Tres Cerditos

¿Puede un líder minusvalorar la importancia de un problema, persistir en el error, desunir a sus compañeros y -aun así- permanecer en el poder? La literatura infantil, fuente inagotable de inspiración como inagotable es su público, nos da una desoladora lección en el cuento de “Los Tres Cerditos”.

Tres cerditos que eran hermanos vivían juntos en un bosque. Un buen día, un pajarito les avisó de que un lobo andaba rondando por allí con malas intenciones. El pajarito les dijo “Me temo que esta misma noche el lobo atacará vuestra cueva”. El cerdito mayor tranquilizó al pájaro diciéndole “No te preocupes, amigo, hemos disimulado la entrada de nuestra cueva con hierbas muy altas. Me extrañaría que el lobo pudiera encontrarla”.

Primer error del líder: desoír las advertencias de problemas, confiarse y creer que lo tiene todo atado y bien atado, que el adversario es tonto y que no sabrá encontrar los puntos débiles.

Los cerditos volvieron a su cueva para descubrir una huella de lobo en la misma puerta. Asustados, los cerditos pequeños se volvieron al mayor, “¿Qué hacemos ahora?”. El hermano mayor les tranquilizó “Ningún problema. Vamos a tapar la puerta con piedras muy grandes, y el lobo no podrá moverlas”. Esa misma noche, el lobo llegó a la puerta y empezó a empujar las piedras. Los cerditos tuvieron que emplearse a fondo para sujetar las piedras de la puerta y sólo el esfuerzo conjunto de los tres consiguió retener el ímpetu del lobo.

Segundo error del líder: aunque ve el problema con sus propios ojos, sigue creyéndose infalible y, por no rectificar a tiempo, conduce a los suyos a una situación de tensión. Afortunadamente, la unión del equipo consigue contrarrestar la amenaza, ¡por el momento!

A la mañana siguiente, el cerdito mayor les dice a sus hermanos “Hermanitos, vamos a construir cada uno una casita. Esforzaos porque el lobo vendrá otra vez”. El cerdito mayor se va a la ciudad y contrata un arquitecto, un constructor y todos los materiales necesarios para construir una casa de ladrillo. El segundo hermano junta cuatro tablones, pone unos clavos torcidos y se hace una chabola. El pequeño amontona unas balas de paja y se queda tan contento.

Tercer error del líder, y el más grave de todos: constatada la amenaza que en un primer momento negó, el líder disgrega las fuerzas del equipo y pone a cada persona en solitario a trabajar sin dirección y sin estrategia. “Que cada uno se busque la vida”. Es más, él se asegura la mejor posición competitiva, los mejores materiales y asesoramiento profesional. A veces me pregunto si el hermano mayor ya tenía contratado al arquitecto de antes, porque estas cosas no se improvisan. En fin, divago. Cada profesional usa los recursos de la empresa como le parece (uno compra ladrillos, otro, maderas y otro, paja) y pierden el tiempo miserablemente construyendo cosas que luego no sirven.

Enseguida llega el lobo, y sopla frente a la casa del cerdito pequeño, y a continuación la del mediano. Con los soplidos hipohuracanados del lobo, ambas se derrumban sin dificultad y los dos benjamines acuden a la casa de ladrillo del hermano mayor pidiendo socorro.

El líder lógicamente había construido una casa unipersonal (si se quiere, monoparental), y ahora a ver cómo se las apaña con los dos okupas de sus hermanos. Se han dilapidado los recursos de la familia porcina con la compra de materiales inútiles y se ha perdido el tiempo dedicado a levantar casas que se revelarán ineficaces.

El lobo, frente a la casa de ladrillo, se pone a soplar sin éxito, así que decide trepar por la chimenea. Los cerditos le ponen un caldero de agua hirviendo y el lobo, al bajar por la chimenea, se quema y huye. Cuando los pequeños se ponen a cantar y bailar celebrando la gran victoria sobre el lobo, el hermano mayor les reprende “Espero que hayáis aprendido la lección”.

El director, jefe o rey de taifas que fue incapaz de calibrar el peligro para su empresa (hay un lobo), que siguió negándolo a pesar de verlo (huellas en la puerta) y que preparó una estrategia incorrecta (cada uno, que haga la guerra por su cuenta), que permitió el derroche del tiempo y del dinero de la empresa (tres casas individuales), en lugar de ser destituido deshonrosamente por sus iguales, se permite echarles la bronca y poco menos que la culpa de lo que pasó. No es que sus compañeros tuvieran un comportamiento muy hábil, pero ciertamente el que más se equivocó fue él.

Y vosotros, queridos padres y abuelos, andaréis contando a vuestros atentos escuchantes cómo el cerdito mayor es un ejemplo de responsabilidad, trabajo esforzado y razonamiento cabal. Así se escribe la historia.