lunes, 16 de marzo de 2009

Inversores y accionistas minoritarios, desprotegidos

Aquí van unos ejemplos:

• Adinerado inversor que compró participaciones en el Fondo Santander Banif Inmobiliario y ahora se ve atrapado en el “corralito financiero”, como han dado en llamarlo los afectados. La inversión se calificaba en el folleto como “bajo riesgo”.

• Agricultor de 90 años a quien su asesor de banca privada compra hedge funds por un millón de euros. Los hedge funds se encomiendan para su custodia a Madoff, que los malversa. El custodio mira para otro lado.

• Pequeño empresario levantino que, habiendo solicitado un préstamo para ampliar su nave, acaba firmando un swap tras confirmar por escrito que sí, efectivamente, sabe inglés y tiene toda la experiencia del mundo en derivados y que sí, efectivamente, entiende y asume que –bajo extrañísimas circunstancias- acabará pagando un interés anual del 40%. Vaya por dios, las circunstancias ya se han producido.

• Fondo de inversión que compró Endesas tras la entrada de Enel y Acciona en su capital y ve cómo ahora se deshace el control sobre Endesa con una salida de activos y una venta fuera de OPA.

• Entidad financiera que, teniendo a su cargo los caudales de un ahorrador con perfil explícitamente conservador, le compra bonos de Lehman Brothers y ve caer el rating de Lehman Brothers sin adoptar medida alguna.

• Esta es la más grande: cliente de banca privada que compró un producto financiero estructurado referenciado a Optimal y que dio instrucciones de venderlo mucho (pero mucho) antes de que se destapara la estafa de Madoff. El banco no hizo caso entonces ni ahora. El cliente va tener que demandar para que le reintegren su inversión.

Sólo saldremos adelante de esta crisis cuando se restaure la confianza en el sistema porque los bancos, la CNMV, las Bolsas, los analistas y, en definitiva, los profesionales se comporten y respondan como profesionales. Y sólo se restaurará la confianza cuando paguen sus cuentas tantos irresponsables que, con negligencia de sus deberes de diligente administración de los caudales ajenos, invirtieron los fondos de sus clientes en los productos que a los propios asesores más comisión les proporcionaban. Ojalá vuelvan a colocar los productos adecuados a los clientes adecuados.

Lamentablemente, los ejemplos anteriores no son más que la punta del iceberg.

Me diréis con afán polémico “sus buenos retornos se ganaban esos clientes cuando la economía iba bien”. Pues a esto os respondo como el replicante Roy Batty (el actor Rutger Hauer) en Blade Runner: “he visto cosas que vosotros no creeríais …” En concreto, he visto el impreso de la MiFID falsificado (tengo el informe caligráfico) por un banco de esta plaza. Con mis propios ojos y sin necesidad de ir a Orión ni ver la puerta de Tannhäuser.

http://www.youtube.com/watch?v=ZTzA_xesrL8

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